El ejercicio de la aldea

OBJETIVOS

• Brindarles a les participantes una experiencia de acción no violenta, en particular, para la defensa social.
• Construir el contenedor mediante experiencias compartidas.
• Ofrecer un desafío grupal.

QUÉ NECESITAS

• Muchos crayones o marcadores.
•  Algún cambio de ropa sería fantástico (p. ej., un traje de paño o una corbata).
• Al menos dos talleristas.

CÓMO SE HACE

Dile al grupo que tendrá la oportunidad de crear una comunidad ideal. Divídelo en grupos pequeños (de 4 o 6 personas) y entrégale a cada uno un pliego de papel grande para que lo ponga en el suelo. Pregúntales: ¿qué les gustaría ver en una comunidad ideal? Cuando den ejemplos, entrégales marcadores y anímales a dibujar o representar sus ideas sobre el papel que tienen a sus pies. A medida que proliferan las ideas, entrégales marcadores y anímales a dibujar juntes. Anúnciales que tienen diez minutos y ve informándoles acerca del tiempo.

Después de diez minutos, pídeles a los grupos que hagan un recorrido para mirar las otras comunidades y presentarles su propia comunidad. Luego, invítales a volver a dibujar durante un minuto más para que agreguen algo. Para que este ejercicio funcione bien, es importante que cada grupo sienta apego por la comunidad que creó. Al finalizar el minuto, recoge los marcadores.

A continuación, cambia de manera progresiva el rol de tallerista y díles que eres gerente general de una empresa multinacional. Mientras les das información sobre tu empresa, rodea los papeles, hasta que finalmente te ubicas frente a uno y arrancas un pedazo de papel —para tu fábrica, planta, centro comercial, lo que sea—. Incluso, puedes tomar un marcador para indicar que ahí está tu comunidad y, por ejemplo, agregar un McDonald’s. Sigue arrancando pequeñas cantidades de papel, mientras vas hablando sobre las ventajas del desarrollo, etc. Es imperativo romper los papeles de manera paulatina, de manera que sea lo suficientemente lento para que los grupos no se sientan devastados y tengan la motivación necesaria para organizarse.

Los grupos más activistas podrán tolerar un robo más rápido; con les “principiantes”, tendrás que ir más lento para no producir desánimo, tampoco se trata de “ganar.” Sigue arrancando papel hasta que el grupo se haya organizado lo suficiente contra ti y haya tenido una experiencia de acción no violenta. Por supuesto, lo ideal es que sea una experiencia exitosa, pero si el grupo no puede movilizarse, termina el juego y abre un espacio de retroalimentación acerca de posibles opciones, e intenta realizarlo de nuevo.

POSIBLES PREGUNTAS PARA EL ESPACIO DE RETROALIMENTACIÓN

• ¿Cómo se sintieron? ¿Cómo cambiaron sus sentimientos durante el proceso?
• ¿Qué acciones efectivas emplearon para detener la toma de sus comunidades?
• ¿Qué etapas atravesó su comunidad para prevenir su demolición? (Apoya a les activistes para llegar a las preguntas estratégicas).

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De dónde proviene esta herramienta
Inventada por Karen Ridd en Tailandia en 1995. Adaptada de un juego dirigido por Pom, estudiante tailandesa y activista ambiental de base